lunes, 11 de febrero de 2013

EL COMERCIO

MERCADOS, FERIAS Y RUTAS COMERCIALES
Antes del siglo XI, el comercio era escaso, muy poco importante y de distancias cortas. Hacia finales del siglo XI el comercio se recuperó debido a la gran  producción agrícola, al dinero, que cada vez circulaba más, y a que los caminos cada vez eran más seguros.
Las ciudades solían tener un pequeño mercado semanal en el que se intercambiaban los productos del campo y los artesanales. También había una feria una vez al año. Las ferias eran grandes mercados que duraban una o dos semanas a los que acudían personas de muchas partes de Europa. Muchas de las ferias eran organizadas por los reyes, quienes garantizaban seguridad en los caminos y en la propia feria a cambio de que los mercaderes pagasen un impuesto especial.
Además de este mercado ocasional,  solía haber una lonja en cada ciudad -un edificio pensado para los negocios-. También apareció la figura del cambista -persona que cambiaba las monedas de los distintos reinos-. Así mismo,  empezaron a circular las letras de cambio, que eran como pagarés, cheques que te permitían no llevar siempre dinero encima y así si te atracaban no te robaban nada. Surgieron, además,  las casas comerciales, que eran asociaciones mercantiles que se dedicaban al comercio internacional.
Con el tiempo, el comercio marítimo adquirió más importancia que el terrestre. Las dos rutas comerciales por mar más importantes que había hacia el siglo XIII eran:
- La mediterránea, ruta muy larga que unía el mundo cristiano con el mundo musulmán. Las Cruzadas permitieron la entrada de barcos mercantiles a Tierra Santa y a oriente. Los protagonistas cristianos de esta ruta eran las ciudades de Venecia, Génova, Pisa, Marsella y Barcelona. Los productos que más se compraban a los musulmanes y a los bizantinos eran tejidos lujosos, perfumes y especias, y lo que más se vendía eran tejidos de lana, alimentos, armas y herramientas.
- La hanseática, ruta que cruzaba el mar Báltico, el mar del Norte y el Atlántico. Se llamaba así porque estaba controlada por la Hansa, una asociación de ciudades alemanas del norte que se encargaba de controlar el comercio fluvial, el marítimo y el terrestre de esa zona. Se comerciaba con lana de Castilla y de Inglaterra, con vino francés y con hierro, pieles, trigo y madera traídos del Báltico.
Gracias a estas rutas aparecieron dos grandes centros económicos que eran el Norte de Italia (Milán, Génova, Venecia, Pisa y Florencia) y Flandes (Brujas, Gante, Ipres y Amberes). Estas ciudades se convirtieron en focos muy importantes política y culturalmente hablando. Fue en estas zonas donde surgió una nueva clase social: la burguesía.

1.- Factores que favorecieron el esplendor comercial. 
2.- Nombre de ciudades comerciales italianas.
3.- ¿Qué era La Hansa?
4.- ¿Qué ciudades de la Península Ibérica eran importantes desde el punto de vista comercial?
5.- ¿Qué nuevos oficios aparecieron en estas fechas?

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